martes, 13 de noviembre de 2012

The Wailers en Colegiales: La mística sigue intacta


La legendaria banda de Marley, con sólo uno de sus integrantes originales, se presentó en el Teatro Vorterix, como apertura del festival de la gaseosa. Un show correcto, que se engrandece por las canciones legendarias.

No es lo mismo. Es verdad que por cuestiones históricas, Argentina nunca tuvo la posibilidad de recibir al prócer, al genio detrás y delante de la mitología rasta/reggae (si es que estos dos conceptos pueden aunarse) llamado Bob Marley. Tampoco el premio consuelo, a su ladero, Peter Tosh, otro que se fue demasiado pronto.

Las deserciones hicieron el resto y esta banda Wailers 2012 sólo incluye en su formación a Aston "Family Man" Barrett, el bajista y co-fundador de la banda que revolucionó al mundo con un nuevo género. Secundado por su hijo Aston Jr. y algunos secuaces de buena factura, como lo son Danglin y Koolant, quienes se cargan la responsabilidad de la voz en partes repartidas. Así llegaba el nombre y la música, de la mano de otros interpretes, con el Revolution Tour.


Es verdad, el recital lejos estuvo de trasladarnos en el tiempo, como si fueran los verdaderos los actores. Pero vale la pena reseñarlos, porque el sustento que le otorga esa batería de éxitos pergeñados por Marley a esta nueva banda + Barrett, es de tal magnitud, que hace olvidar por momentos la ausencia.

Luego de la intro inicial, salió al ruedo Natural Mystic, para continuar con Exodus y Punky Reggae Party. La propuesta era clara: efectista y llena de canciones que sepamos todos. A eso se sumó I Shot The Sheriff, un tema que se hizo mundialmente famoso por ser reversionado por el gran Eric Clapton, lo cual, consecuentemente, hizo famoso a Bob en Inglaterra.

Más tarde llegarían Hypocrites y Who The Cap Fit, dos gemas que destilan principios y enseñanzas, para dejarle paso a lo más crudo y esperanzador de Survival. La banda sonaba ajustada y los tres de adelante hacían lo imposible por llenar la escena, que se cubría de ritmo y calor, pero a la cual le faltaba el alma.

Pero la sucesión de canciones con espíritu propio seguirían con So Much Trouble In The World y Guiltiness, en el período más golpe bajo de la noche. Lo que seguiría a esto es historia conocida.

Is This Love, One Love, Redemption Song (rememorando la vieja imagen de los encendedores al aire, pero con luces de celular), Wake Up And Live, Trenchtown Rock y Get Up Stand Up para coronar una noche más en honor al Rey.

Sus sucesores supieron estar a la altura, sobre todo, si en el afán de seguir haciendo sonar sus canciones, mantienen vivo ese mensaje, que a esta altura, parece eterno.

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