El mundo de la música y los números, las fechas, suelen poseer ciertas coincidencias que, producto del azar o no, relacionan a distintos artistas, generando vínculos existentes o simplemente, entrecruzando historias dispares.
El 22 de diciembre era recordado como el día en que falleció Luca Prodan, hasta que el mismo día, 15 años después, en Somerset, Inglaterra, se despedía de este mundo otro vocalista fundamental para buena parte de la historia reciente del rock.
Joe Strummer, como Luca o como Freddie, nació en un lugar distinto al que conquistaría después, sin embargo, en el caso particular de John Mellor (nombre original) su vida estaría marcada por los distintos puntos del mapa, lo cual serviría de inspiración al artista para gritar verdades que muchos dejaban pasar.
Ankara, la capital de Turquía, fue su cuna y el comienzo del periplo, ya que tiempo después se mudaría a Inglaterra, para más tarde pasar por Gales, entre otros lugares, aunque su aura empezaría por conquistar el mundo cuando finalmente se afincó en Londres y al formar The 101´ers, banda que tendría una vigencia de tan solo 2 años (1974-76) pero que ofició de paso previo.
Paso previo a la formación de The Clash, quizás la banda de punk más importante de la historia (puesto que pueden disputarle Sex Pistols o The Ramones).
Los Clash se formaron luego de que Mick Jones viera a Strummer cantar con la banda antes citada y decidiera incorporarlo a su proyecto. Dentro de la nueva ola musical que impulsaba a "hacerlo por vos mismo" como lo era el punk, donde el virtuosismo pasaba a una tercera plana y lo importante era la pureza del mensaje y la expresión, The Clash supo alzar la voz para expresar todo aquello de una sociedad que escondía la mugre debajo de la alfombra.
Luego de LC, llegaría Sandinista, titulo en homenaje al Frente Sandinista de Liberación Nacional, organización de izquierda de Nicaragua, que había derrocado al dictador Somoza en 1979, un año antes a la aparición del disco. El mismo sería en formato triple, motivo por el cual los músicos debieron engañar a la discográfica para no encarecer los costos (hasta pensaron en que dos de los tres álbumes sean de regalo). La banda sabía hacer un culto de sus seguidores y los defendía por sobre todas las cosas.
Luego de marcar el paso durante varios años, los conflictos y las adicciones golpearon fuerte en la agrupación, que encontraría su fin en 1986. Sin embargo, Strummer no se quedó a ver que pasaba, sino que siguió participando de proyectos donde volcar lo que tenía para decir. Escribió música para la película Syd y Nancy, participó del proyecto de su ex-compañero Jones llamado Big Audio Dynamite y a su vez, actuó en varios films independientes. En sus últimos años de vida, formó The Mescaleros, banda a la que también involucró con sus ideas políticas, participando en festivales benéficos, como el realizado en noviembre del 2002, donde tocó con Mick Jones tras 19 años.
Tras una falla cardíaca congenita no diagnosticada, falleció a los 50 años. Tras su muerte, salió editado un disco póstumo de The Mescaleros y The Clash ingresó al Salón de la Fama del Rock and Roll, todo esto en 2003. Sin lugar a dudas, un artista particular, que hizo de su carrera un canto en contra de todo lo establecido de manera incorrecta, sin pensar las consecuencias y levantando las banderas de los desposeídos y olvidados. Además, un precursor en la mezcla de estilos, ya que supo coquetear y ejecutar diversos ritmos como el reggae, el dub y el ska, que junto con el punk y sus letras (la mayoría, en coautoría con Jones), lograban el cóctel perfectos.
Hay bandas que el paso del tiempo no puede acallar y que siguen más vigentes que nunca, a pesar de que pasen los años. The Clash, gracias al infinito aporte de alguien llamado Joe Strummer, tiene un rinconcito en ese lugar. Mientras allá una injusticia en el mundo, ahí sonará la particular voz de uno de nuestros héroes.
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