martes, 10 de abril de 2012
Foo Fighters en River: En tu honor
El pasado Miércoles y ante un diluvio que bien supo parodiar al universal, Foo Fighters se presentó en el estadio de River para cerrar sus presentaciones en el país.
La banda liderada por Dave Grohl sufrió las inclemencias del tiempo en su segunda aparición (consecutiva) por estas tierras desde la creación de la banda en 1995, en el marco del festival de la cerveza, aunque el temporal y ciertas circunstancias hicieron que pareciera un recital brindado al unísono por el grupo de Seattle.
El temporal no pasó desapercibido. Más allá de los enormes daños causados por el mismo en el Conurbano bonaerense (teniendo su epicentro en el Oeste y Sur de esa zona geográfica) en Capital Federal y estrictamente, en Nuñez, también se sintió.
Este cronista llegaba al recinto con la intención de disfrutar no sólo la primera visita de los Fighters sino también la segunda de los Arctic Monkeys (show previo) aunque a causa de los fuertes vientos, la tormenta y la ubicación (Popular Sivori) tornaron caótico e imposible el simple hecho de escuchar a los jóvenes ingleses, que enarbolaron la bandera de la renovación de nuevo rock hace algunos años.
Luego de esto y de, por suerte, cambiar de sector, ya estaba todo dispuesto para la gran atracción del día, aunque el agua no daba tregua y ese impasse entre un show y otro que duró más de media hora, daban cuenta de la complejidad y la sensación de un espectáculo aparte. Pasadas las 21hs se encendieron las luces del estadio y se encendieron los sonidos potentes desde el escenario, ya que Grohl y los suyos salieron a hacer olvidar la tormenta y rockear como ellos saben, de la mano de un arranque plagado de éxitos, para no dejar a ninguno de los presentes fuera de la fiesta.
El comienzo fue para All my life, seguido por Time like these (ambos de One by one), continuando por Rope (primer corte de Wasting light, disco que sirvió de excusa para la gira que los trajo hasta acá) y la primera, aunque breve intervención del frontman con el público. Claro, el repertorio seguía enfilando temas con altura de clásicos como The Pretender, My Hero y Learn to fly, lo que a decir verdad, generaba ese extraño sentimiento de que ya habían cumplido con el hecho de tocar los temas esperados por todos, pagando el valor de la entrada.
Más tarde y todavía en una seguidilla que no otorgaba respiro, se encadenaron White limo, Arlandria y Breakout, para que, ahora si, Dave presentara a toda la banda (los cuales interpretaban solos de sus instrumentos), preguntándose porque habían esperado 17 años para venir hasta aquí, para llegar a su turno y luego de un escueto solo de guitarra, su justificación: "Sólo soy un baterista". Acto seguido, la masa pidió su solo de batería y tras el intercambio con Taylor Hawkins, interpretar Cold day in the Sun, demostrando que Grohl no es el único baterista de la banda con capacidad vocal y estatura de frontman.
La historia, luego del momento distendido, continuaría con Long road to ruin, Big me, Stacked actors (medley con Feel good hit of the summer de Queens of The Stone Age y Run to the hills de Iron Maiden) donde demostraron más potencial sonoro aún y además, un vicio recurrente de estirar sus canciones hasta el punto máximo. Ese pequeño set cerró con Walk (otra canción made in Grohl con potencial futuro) y Generator.
Un nuevo parate para el intercambio frente a un público extasiado, con una declaración que ya no sorprende ("Son el mejor público del mundo") algunas intimidades tras bastidores ("Pedí que prendan la luz para poder verlos") y la confirmación de que falta rato largo ("Vamos a hacer todas las canciones que quieran escuchar"). De ahí si, a saltar con Monkey Wrench, siguiendo con Hey, Johnny Park! para otro interrupción. Grohl solo frente a la afición amagando con These days mientras contaba su decisión de prender las luces para ver a la gente y así presentar a "su canción favorita de los Foo Fighters".
These is a call, una emocionante y respetuosa versión de In the flesh de Pink Floyd (otra vez con Hawkins en voz) y Best of you, la cual terminó coreada por todo el estadio, para el adiós temprano, aunque quedaban unos bises en el bolsillo para que todo resulte completo. Cinco minutos de espera y otra vez sobre los tablones, para hilvanar Enough space, For all the cows y Dear Rosemary.
La última sorpresa de la noche fue la invitación a Joan Jett (vocalista de The Blackhearts y quién popularizó I love rock ´n roll) para realizar su Bad reputation, con una grandilocuente presentación, donde el ex Nirvana dijo que "los músicos somos una cadena de inspiración, de músicos a músicos y sin ella, Foo Fighters no estaría aquí). El final para Everlong fue la frutilla del postre, mostrando a una banda en su máximo esplendor, dispuesta a pelear palmo a palmo con cualquiera el mote de mejor banda de rock en vivo. Y bien merecido que lo tienen.
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